Autor: KatharineAshe
Editorial: Ediciones B
Año: 2015
ISBN: 978-84-15420-39-2
Páginas: 384
Enlace de venta: Amazon
SINOPSIS
La hermosa Diantha Lucas entiende las reglas de la alta sociedad: una joven soltera debe encontrar un hombre con quien casarse. Pero Diantha tiene un objetivo más ambicioso y no le importa lanzarse de cabeza a una aventura para conseguirlo, y está convencida que Wyn Yale es el hombre que necesita.
Ocurre, sin embargo, que Wyn es un agente del Falcon Club y tiene su propio plan: robar un caballo de gran valor, asesinar a un duque depravado, vengar a una muchacha inocente e impedir que lo cuelguen..., en ese orden. Lo que menos necesita es la distracción de una cara bonita, aunque cuente con unos hoyuelos risueños y unos labios que piden ser besados.
PERSONAJES
Diantha: es la protagonista. Ha decidido viajar a Caláis para saber la verdad sobre la madre que la abandonó cuando tenía 7 años, a costa de su reputación. En el camino encuentra a Wyn, antiguo amigo de la familia, a quien erige pronto como su héroe.
Wyn: es el protagonista. Agente del club Falcon, en su última misión debe devolver una yegua al duque depravado culpable de la muerte de una muchacha inocente. Tiene decidido aprovechar la oportunidad y asesinarlo para vengar la muerte de la joven, pero cuando se encuentra en el coche de postas a la cuñada de uno se sus amigos, no puede evitar ponerla a salvo a toda costa.
Señora Polley: es una mujer que viaja con Diantha en el coche de postas y que por culpa de su narcolepsia pierde la oportunidad de conseguir trabajo. La muchacha la contrata como dama de compañía, y la oronda mujer se autoproclamará defensora de la virtud de Diantha contra las malas artes de Wyn.
Owen: muchacho que trabajaba en las minas y al que echaron a la calle cuando su hermana murió. Wyn le contrata como chico de los recados, y se encarga de abastecer a las mujeres de todo lo necesario.
Señora Polley: es una mujer que viaja con Diantha en el coche de postas y que por culpa de su narcolepsia pierde la oportunidad de conseguir trabajo. La muchacha la contrata como dama de compañía, y la oronda mujer se autoproclamará defensora de la virtud de Diantha contra las malas artes de Wyn.
Owen: muchacho que trabajaba en las minas y al que echaron a la calle cuando su hermana murió. Wyn le contrata como chico de los recados, y se encarga de abastecer a las mujeres de todo lo necesario.
OPINIÓN PERSONAL
Antes de nada quiero agradecer a Ediciones B su colaboración y el envío de ésta maravillosa novela.
Ésta novela es la tercera entrega de la serie Falcon Club, una serie en la que cada libro puede leerse por separado.
Diantha necesita saber los motivos por los que su madre los abandonó a ella y sus hermanos cuando ella sólo tenía 7 años, y cuando husmeando en el escritorio de su padre descubre una carta de ella con remite en Caláis, aprovecha su estancia en casa de su mejor amiga para lanzarse a la aventura y encontrarla para pedirle explicaciones.
En el camino se encuentra con Wyn, antiguo amigo de la familia, que cuando la reconoce y se entera de su plan, decide ayudarla a volver a casa, aunque sea con engaños para que la muchacha no se escape.
Wyn está torturado por los recuerdos de la muerte de una muchacha a la que debía salvar, y ahora sus recuerdos en la bebida. Pero cuando por culpa del abotargamiento de la borrachera está a punto de tomar la virginidad de Diantha, decide dejar de hacerlo... aunque pronto descubrirá que no era la bebida lo que le incitaba... sino lo que sentía por ella.
Se trata de una novela romántica histórica en la que la protagonista es una muchacha alocada y tonta y el protagonista un libertino de primera. Esa mezcla explosiva puede darse de varias formas, y en ésta ocasión se ha mezclado con el humor y la ternura más que con la pasión.
Al principio la novela se me ha hecho un pelín pesada. Los dos primeros capítulos, en los que los protagonistas viajan en el coche de postas, no me han aportado demasiado. Pero en el momento en el que llegan a la posada todo se desmadra.
Me ha encantado que haya muchos momentos divertidos, cuando Diantha intenta que Wyn la bese, por ejemplo. Me he reído mucho con esos momentos y me han parecido interesantes. También hay situaciones de una gran ternura, y por supuesto están las escenas de pasión, que la autora describe de una forma magistral.
En cuanto a la trama, a lo largo de la misma se deja entrever el misterio de la identidad de Wyn, pero no lo descubre hasta el final, y me ha gustado tener ese puntito de intriga. La obra está cargada de diálogos, que le confieren agilidad, y las descripciones no son nada tediosas (exceptuando los dos primeros capítulos, como ya dije antes)
Mi personaje favorito ha sido la señora Polley. Me la imagino como la típica mujer bajita y regordeta que apunta al sinvergüenza con la cuchara de palo cada vez que le ve cerca de Diantha, y me ha encantado.
En cuanto al final... me ha sorprendido bastante. En primer lugar por el desenlace, que no me imaginé que sería así, y en segundo lugar por la identidad de Wyn. que tampoco lo esperaba.
En definitiva, ha sido una lectura apropiada para las noches de lluvia, acompañada de una taza de chocolate caliente a la luz del fuego de la chimenea.
Ésta novela es la tercera entrega de la serie Falcon Club, una serie en la que cada libro puede leerse por separado.
Diantha necesita saber los motivos por los que su madre los abandonó a ella y sus hermanos cuando ella sólo tenía 7 años, y cuando husmeando en el escritorio de su padre descubre una carta de ella con remite en Caláis, aprovecha su estancia en casa de su mejor amiga para lanzarse a la aventura y encontrarla para pedirle explicaciones.
En el camino se encuentra con Wyn, antiguo amigo de la familia, que cuando la reconoce y se entera de su plan, decide ayudarla a volver a casa, aunque sea con engaños para que la muchacha no se escape.
Wyn está torturado por los recuerdos de la muerte de una muchacha a la que debía salvar, y ahora sus recuerdos en la bebida. Pero cuando por culpa del abotargamiento de la borrachera está a punto de tomar la virginidad de Diantha, decide dejar de hacerlo... aunque pronto descubrirá que no era la bebida lo que le incitaba... sino lo que sentía por ella.
Se trata de una novela romántica histórica en la que la protagonista es una muchacha alocada y tonta y el protagonista un libertino de primera. Esa mezcla explosiva puede darse de varias formas, y en ésta ocasión se ha mezclado con el humor y la ternura más que con la pasión.
Al principio la novela se me ha hecho un pelín pesada. Los dos primeros capítulos, en los que los protagonistas viajan en el coche de postas, no me han aportado demasiado. Pero en el momento en el que llegan a la posada todo se desmadra.
Me ha encantado que haya muchos momentos divertidos, cuando Diantha intenta que Wyn la bese, por ejemplo. Me he reído mucho con esos momentos y me han parecido interesantes. También hay situaciones de una gran ternura, y por supuesto están las escenas de pasión, que la autora describe de una forma magistral.
En cuanto a la trama, a lo largo de la misma se deja entrever el misterio de la identidad de Wyn, pero no lo descubre hasta el final, y me ha gustado tener ese puntito de intriga. La obra está cargada de diálogos, que le confieren agilidad, y las descripciones no son nada tediosas (exceptuando los dos primeros capítulos, como ya dije antes)
Mi personaje favorito ha sido la señora Polley. Me la imagino como la típica mujer bajita y regordeta que apunta al sinvergüenza con la cuchara de palo cada vez que le ve cerca de Diantha, y me ha encantado.
En cuanto al final... me ha sorprendido bastante. En primer lugar por el desenlace, que no me imaginé que sería así, y en segundo lugar por la identidad de Wyn. que tampoco lo esperaba.
En definitiva, ha sido una lectura apropiada para las noches de lluvia, acompañada de una taza de chocolate caliente a la luz del fuego de la chimenea.
Puntuación angelical...